Un súper alimento milenario del altiplano es clave para la seguridad alimentaria

Ecosistemas empresariales
27.04.2021
“La cañahua me ha cambiado la vida, me hizo una mujer segura de mí misma” Trigidia Jiménez, Gerente de Granja Samiri

La cañahua es considerada un súper alimento milenario y originario principalmente del altiplano de Perú y Bolivia, tiene un alto valor nutricional en proteínas del 19%. Entre los tres granos andinos más nutritivos están en la cañahua, la quinua y el amaranto, sin embargo, la cañahua tiene el mayor porcentaje de hierro que permite de forma óptima oxigenar la sangre y prevenir la anemia, tiene los Omega 3, 6 y 9.

La granja Samiri apuesta por ser la embajadora de la producción de cañahua que retoma las enseñanzas ancestrales, a la par de promover el cuidado del ecosistema en el proceso de siembra y transformación orgánica para que los bolivianos conozcan y consuman este súper alimento.

Trigidia Jiménez, gerente propietaria de la Granja Samiri, ingeniera agrónoma de profesión, encargada de dirigir la empresa y el área de transformación es una de las productoras beneficiarias con el proyecto, “Promoviendo la Herencia de Nuestros Ancestros: Producción Resiliente y Comercialización y Consumo de Cañahua y Tarwi” del programa Euroclima+ financiado por la Unión Europea y ejecutada por Swisscontact. Ella nos cuenta sobre su emprendimiento amigable con el ecosistema.

¿Cuáles son sus inicios de la Granja Samiri?

Iniciamos el año 2002 en el municipio Toledo, Oruro, con una hectárea de cañahua, con sistemas productivos ecológicamente sostenibles y en armonía con la naturaleza que fusionan la cultura ancestral con la tecnología y puedan mejorar la calidad de vida de las personas desde su nutrición. Hoy llegamos a ser considerados los mayores productores de cañahua orgánica en Bolivia.

¿Qué cantidad producen?

Contamos con 1.500 hectáreas, siendo que la mitad se destina al cultivo de cañahua que genera un promedio anual de 1.000 quintales. El 65% de la producción la destinamos a nuestra planta de transformación, donde elaboramos semillas orgánicas, grano lavado, harina cocida y precocida, hojuelas, pito, pipocas, api de cañahua y barras energéticas. Trabajamos con el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) del departamento de Oruro, para la certificación de variedades de la cañahua, lo que permitió ser los primeros productores de semillas certificadas. En 2020 se certificaron 2 genotipos de cañahua (Wila y Janco). Esto avala la calidad nutritiva para el consumidor y mejora el precio al exportar.

¿Cómo aportan al medio ambiente?

Uno de nuestros principales aportes es el aprovisionamiento de agua de lluvia que recolectamos por medio de reservorios construidos en el área de microcuencas con la finalidad de “cosechar” el agua de las precipitaciones fluviales y utilizarlas racionalmente en el riego de las hectáreas del cultivo y consumo doméstico. El uso es colectivo, con lo que se reduce el gasto de energía y maltrato de animales que se usan en el traslado de este recurso natural en grandes distancias.

¿Cuántas personas trabajan en la Granja Samiri?

Somos seis personas en la Granja, en tiempos de cosecha llegan a 15 trabajadores e indirectamente 42 familias productoras de cañahua en la provisión de materia prima del municipio Toledo. De las fuentes de trabajo que se generan, el 70% son mujeres. Nos identificamos con el empoderamiento de la mujer a través de la formación del trabajo y la independencia económica. En la directiva somos dos mujeres quienes estamos a cargo de la toma de decisiones relevantes.

¿Tienen nuevos proyectos?

En 2020 venimos desarrollando una tienda virtual con el apoyo de la organización Swisscontact con el proyecto “PROMOVIENDO LA HERENCIA DE NUESTROS ANCESTROS: PRODUCCIÓN RESILIENTE Y COMERCIALIZACIÓN Y CONSUMO DE CAÑAHUA Y TARWI” financiado por la Unión Europea mediante el programa Euroclima+. 

Nos ayudaron en la elaboración de nuestro plan de negocios y estrategia comercial para abrir tiendas virtuales en Cochabamba, La Paz, Santa Cruz y posteriormente sentar presencia física. Este año pretendemos implementar la tienda virtual.